LABIOS MENORES

Los labios menores es la parte de los genitales externos que cierran la entrada a la vagina. Reciben también el nombre de ninfas, aludiendo a las deidades griegas de la naturaleza que moraban en cuevas. 

Sólo deberían ser visibles al separar entre sí los labios mayores. También están hiperpigmentados pero a diferencia de los labios mayores su piel es más delicada, no contiene vello y son mucho más delgados, irregulares en la forma y, casi siempre, asimétricos. Tienen una forma parecida a una semiluna, más anchos en su porción central. 

La hipertrofia de los labios menores consiste en un aumento desproporcionado de su tamaño, asomando entre los labios mayores. 

Hay casos congénitos por problemas hormonales pero también casos adquiridos, ya sea por tracción mecánica repetida (manipulaciones sexuales, piercings, partos múltiples), por irritación crónica (deportes -equitación, ciclismo-, uso continuo de pañales) o por bloqueo del drenaje linfático (filariasis).

Además del inestetismo, su hipertrofia provoca molestias por el roce continuado (al caminar, sentarse, al hacer deporte o durante las relaciones sexuales) y dificulta una correcta higiene local, sobre todo durante la menstruación.

La cirugía del remodelado de los labios menores se llama labioplastia o ninfoplastia de reducción. Se practica bajo anestesia local con o sin sedación y de forma ambulatoria. Permite extirpar el excedente cutáneo para reducir su tamaño. La sutura se hace con hilos reabsorbibles para evitar la molestia de tener que retirarlos. Se aconseja reposo relativo durante 48 horas, unas mínimas medidas antinflamatorias y de higiene local así como evitar las relaciones sexuales durante el primer mes postoperatorio.