GINECOMASTIA

Hablamos de ginecomastia cuando la forma de las mamas de un varón recuerda a las de una mujer. El problema puede ser unilateral o bilateral.

En la ginecomastia vera la mama crece por desarrollo de su componente glandular. La causa es siempre hormonal, por predominio del efecto de las hormonas femeninas sobre las masculinas.

Fisiológicamente, esta situación puede ocurrir en el recién nacido, durante la pubertad o con la llegada de la andropausia. Patológicamente podemos verlo en algunas enfermedades y por consumo de algunos medicamentos o drogas (marihuana y otras). Sin embargo, en la mayoría de ocasiones no se detecta causa aparente.

Cuando la mama crece simplemente por acúmulo de grasa, típico de varones con sobrepeso, hablamos de ginecomastia falsa (pseudoginecomastia).

¿Cómo se trata la ginecomastia?

No toda ginecomastia precisa de cirugía.

Así, las ginecomastias fisiológicas suelen revertir espontáneamente cuando se normaliza el equilibrio hormonal. Y algunas ginecomastias de causa conocida se solucionan al tratar médicamente ésta.

En el resto de casos, el tratamiento es quirúrgico. La operación tiene por objetivo devolver un aspecto masculino a las mamas. No existe una única técnica y se diseña para cada caso particular.

Cuando no hay exceso de piel y el contenido es de predominio graso, la liposucción es la técnica de elección. En el resto de casos se practica una mastectomía subcutánea. Es una cirugía abierta que extrae la glándula y también recorta el exceso de piel. Los patrones de corte y la técnica quirúrgica son análogos a la reducción de mamas de la mujer.

En general, la cirugía se realiza bajo anestesia general y se recomienda un ingreso en clínica de 24 horas. No se aconseja practicarla antes de los 18 años de edad, tras finalizar la pubertad.

Limitaciones del tratamiento de la ginecomastia

La forma y el tamaño de las mamas antes de la cirugía pueden influir en el resultado final. Una asimetría previa puede ser difícil de corregir completamente con una reducción de mamas.

Una ginecomastia de predominio graso puede recidivar si el paciente vuelve a engordarse. Del mismo modo, una ginecomastia de causa conocida también puede recidivar si no se corrige la enfermedad de base.