Los labios mayores forman parte de los genitales externos femeninos.
Están constituidos por dos gruesos repliegues cutáneos colocados a cada lado de la línea media y que, en condiciones normales, están en contacto entre sí, delimitando la llamada hendidura pudenda ("rajita"). Están densamente poblados por vello, como también ocurre en el monte de Venus.
El problema más frecuente referido por las mujeres en relación a sus labios mayores es su falta de turgencia o plenitud. Puede ser constitucional o manifestarse tras el declive hormonal de la menopausia.
El remodelado de los labios mayores puede realizarse mediante dos técnicas:
- Remodelado con grasa del propio paciente (injerto de grasa). Esta técnica se hace con anestesia local y sedación. Exige disponer de una zona donante de grasa de donde, por medio de una liposucción modificada, obtener células adiposas íntegras que, tras concentrarlas mediante diferentes técnicas, serán infiltradas en la zona deseada con la ayuda de unas cánulas de pequeño calibre (lipofilling). Estas células se comportan como un injerto, es decir, deben vascularizarse para sobrevivir. El injerto de grasa consigue los resultados más naturales.
- Remodelado con implantes de relleno inyectables. En este caso, se usa como material de relleno implantes sintéticos inyectables. Son formulados y fabricados en un laboratorio y dispensados en forma de jeringuillas para su aplicación por punción con aguja fina. Existen muchas marcas comerciales. Se diferencian entre sí por su composición química y su duración más o menos prolongada en el tiempo. En general, en los labios se prefieren usar los implantes reabsorbibles formulados a base de ácido hialurónico. Su aplicación se hace en la consulta, bajo anestesia local y exige sesiones periódicas para mantener los resultados.