En condiciones normales, las mamas en el varón son sólo un vestigio rudimentario que nunca se desarrolla. Pero existen situaciones en las que esto no ocurre, y se asiste a un crecimiento anómalo de las mismas que puede llegar a asemejar incluso a las mamas de una mujer. Cuando sucede esto hablamos de ginecomastia. Suele ser un problema bilateral.
Según su etiología, podemos clasificarla en:
- Ginecomastia fisiológica: debido a disbalances hormonales propios de diferentes épocas de la vida. Se describen tres tipos:
- Neonatal: por paso de estrógenos de la madre al feto. Suele ser transitoria.
- Puberal: típico de la adolescencia, por un predominio relativo de los estrógenos (hormona femenina) sobre la testosterona (hormona masculina). Suele ser transitoria.
- Senil: con la andropausia, existe un déficit relativo de testosterona. Suele ser permanente.
- Ginecomastia patológica:
- Ginecomastia primaria: de causa no conocida. La mayoría de ginecomastias pertenecen a este grupo.
- Secundaria a efectos farmacológicos (efecto secundario a diversas sustancias):
- Medicamentos: cimetidina, omeprazol, teofilina, digital, captopril, espironolactona, etc.
- Drogas: marihuana, heroína, metadona, anfetaminas.
- Secundaria a diversas enfermedades:
- Alteraciones metabólicas: insuficiencia hepática y renal.
- Alteraciones endocrinas: transtornos de la glándula tiroides o la glándula suprarrenal.
- Alteraciones del funcionamiento de los testículos, como glándula productora de testosterona (hipogonadismo).
- Tumores de diverso origen (testiculares y de otras localizaciones) productores de hormonas.
El diagnóstico de ginecomastia sólo puede hacerse tras una completa evaluación clínica del paciente, consistente en:
- Antecedentes médicos: preguntar a cerca de enfermedades, medicaciones y posible consumo de drogas que pudieran causar el crecimiento de la mama en el varón.
- Enfermedad actual: tiempo de evolución del problema, ritmo de crecimiento de la mama, molestias asociadas, repercusión psicológica.
- Examen físico general: confirmar que el desarrollo sexual (caracteres primarios y secundarios) sea el adecuado y no haya sido alterado por el transtorno hormonal.
- Examen de la mama, para definir tres aspectos:
- Su constitución: ginecomastias de predominio graso o de predominio glandular.
- Su volumen: hablamos de formas leves, moderadas y severas.
- El grado de caída de la mama (ptosis): valora el grado de descolgamiento.
Si hay indicios de patología asociada pueden ser necesarias exploraciones complementarias (análisis, estudio hormonal, radiografías, etc) para completar el estudio.
Independientemente de todo ello, normalmente siempre se solicitará una mamografía, que nos descartará patologías de la mama y confirmará el tipo de ginecomastia (grasa, glandular o mixta).
Cada tipo de ginecomastia tiene su tratamiento específico.
Las ginecomastias fisiológicas no suelen precisar tratamiento alguno pues la mayoría de las veces son trastornos pasajeros que revierten cuando se normaliza el equilibrio hormonal.
El tratamiento de las ginecomastias patológicas es quirúrgico. También deberemos tratar la causa que la produjo en los casos secundarios.
La operación tiene por objetivo principal devolver un aspecto masculino a las mamas. Según el tipo de ginecomastia, podremos emplear un tipo de técnica u otra:
- Liposucción aislada.
- Cirugía abierta: mastectomía subcutánea.
- Combinación de ambas técnicas.
La liposucción aislada se indica para tratar ginecomastias de predominio graso, especialmente si su volumen es moderado y la mama no está descolgada y presenta una piel elástica de buena calidad. La intervención se practica a través de mínimas incisiones cutáneas desde donde se procede a su aspirado mediante cánulas.
La mastectomía subcutánea debe practicarse cuando la ginecomastia es de predominio glandular, pues no responde al simple aspirado. Para los tamaños pequeños o moderados suele bastar una incisión en el perímetro de la areola. Pero en mamas grandes, especialmente si están descolgadas, se deberá proceder también a extirpar el excedente cutáneo siguiendo diferentes patrones de corte (transversal, vertical o combinado), quedando cicatrices más aparentes en la zona torácica. La glándula extirpada puede enviarse al laboratorio para análisis patológico (biopsia).
Sin embargo, en muchos casos se suelen combinar ambas técnicas quirúrgicas, pues la ginecomastia muchas veces tiene un componente mixto, graso y glandular.
La práctica de esta cirugía puede realizarse bajo anestesia local, con o sin sedación, en los casos más sencillos o requerir anestesia general e ingreso hospitalario de un día en los casos más complejos.
No existe una intervención ideal para cada caso. Cada técnica escogida tiene sus ventajas e inconvenientes. Dialogue con su cirujano que le asesorará en su elección.
La forma y el tamaño de las mamas previas a la cirugía pueden influir en el resultado final. Si las mamas no tienen el mismo tamaño o forma antes de la cirugía es poco probable que sean completamente simétricas después.
En las ginecomastias de predominio graso asociadas a obesidad pueden existir recidivas del problema si el paciente vuelve a engordarse.
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