EL MENTÓN

El mentón (barbilla) constituye el relieve central del tercio inferior facial.

Su forma depende fundamentalmente del hueso mandibular, revestido superficialmente por las partes blandas.

Un mentón bien desarrollado es importante para mostrar un perfil facial proporcionado. En caso contrario se favorece el descolgamiento de los tejidos del cuello con el envejecimiento facial, generando una silueta obtusa (papada).

El aumento del mentón

Tiene por objetivo aumentar la proyección y la forma del mentón.

Está indicado para corregir una falta constitucional de volumen de esta parte del hueso de la mandíbula (microgenia) o cuando por el envejecimiento se produce un descolgamiento de los tejidos blandos de la barbilla. 

No hay una sola técnica para aumentar el mentón. Se indicará un tipo de tratamiento u otro dependiendo de cada caso en particular.

Aumento del mentón con grasa

La grasa se obtiene por liposucción de otra zona corporal. Tras su procesamiento se inyecta en la zona elegida mediante cánula fina a través de mínimas incisiones cutáneas. 

Esta técnica puede hacerse con anestesia local y sedación, sin ingreso en clínica.

La grasa infiltrada es un injerto vivo de tejido del propio paciente que para sobrevivir tiene que revascularizarse. Conseguido este objetivo la grasa implantada perdura para siempre, sin posibilidad de rechazo.

La grasa también aporta factores de crecimiento tisular por lo que se constata, además, una mejora en el aspecto de la piel de la barbilla. 

Aumento del mentón con implantes de relleno inyectables

Son productos sintéticos dispensados en forma de jeringuillas para su aplicación por punción con aguja fina. Existen muchos tipos, diferenciándose entre sí por su composición (el más conocido es el ácido hialurónico) y por su duración (reabsorbibles o permanentes).  

Esta técnica es la más sencilla para aumentar el mentón. Se practica en la consulta con anestesia local y su aplicación no dura más de 30 minutos. 

En el capítulo Medicina Estética puede ampliar la información sobre este tema.

Aumento del mentón con prótesis

Una prótesis es un implante sólido de un material artificial. El más clásico está constituido por silicona sólida (polímero inorgánico a base de sílice). Pero también se han usado otros productos como son el politetrafluoroetileno expandido (Gore-tex®) y el polietileno (Medpor®).

Existen una multitud de prótesis que varían entre sí según su consistencia, su forma, su tamaño y la proyección que generan.

Su colocación se realiza en clínica, bajo anestesia general (a veces basta la anestesia local con sedación). El implante puede introducirse por vía interna, intraoral, o a través de una pequeña incisión cutánea colocada debajo de la barbilla.

Los implantes sólidos son permanentes (no reabsorbibles).

Aumento del mentón por osteotomía mandibular

Con esta técnica se desplaza el mentón hacia delante gracias a que se separa del resto de la mandíbula tras cortar el hueso con una sierra (osteotomía). El mentón se fija en su nueva posición con miniplacas de titanio y tornillos. 

Es la técnica más compleja de todas. Requiere anestesia general y una noche de ingreso en clínica. El abordaje es interno, por la mucosa bucal, sin cicatrices externas. 

Limitaciones del aumento del mentón

Los implantes pueden llegar a ser visibles o palpables como postizos debajo de la piel. También pueden sufrir desplazamientos secundarios, causando cambios en el resultado inicialmente obtenido.

Se estima que hasta un 30-50% de la grasa infiltrada puede fracasar a la hora de revascularizarse, necesitando otra sesión para obtener el volumen deseado.

Sabemos que algunos tipos de implantes de relleno inyectables son reabsorbibles. Así, el resultado sólo puede mantenerse si se inyectan de forma periódica.

Excepto la grasa, el resto de implantes pueden intolerarse.

El aumento del mentón no cambia la forma de oclusión dental.