ABDOMEN

El abdomen constituye la parte central y anterior del tronco. Su silueta depende de múltiples factores:

• Calidad de la piel. El embarazo en las mujeres y los cambios de peso en ambos sexos provocan la aparición de estrías y de flaccidez cutánea. El descolgamiento de la piel puede formar un pliegue en su parte inferior (faldón abdominal) que puede llegar a cubrir los genitales y provocar irritación cutánea.
• Cantidad de grasa abdominal. Su exceso se relaciona con la obesidad. En las mujeres suele ser grasa subcutánea y en los hombres suele ser grasa más profunda que rodea a las vísceras. 
• Estado de la musculatura abdominal. Un tono adecuado actúa como una faja interna que contiene a las vísceras internas. Su relajación favorece el abombamiento abdominal, como ocurre por la falta de ejercicio. En las mujeres, tras los embarazos, puede haber una debilidad en la línea media por separación de los músculos de ambos lados entre sí (diastasis de los músculos rectos).
• Constitución ósea: una columna lumbar con aumento de su curvatura (lordosis) favorece la protusión hacia delante del abdomen.

Es aquél procedimiento quirúrgico que corrige la flaccidez abdominal. No existe una única técnica quirúrgica descrita y se diseña para cada caso particular. Sus objetivos son: 

• Extirpar en bloque el exceso de piel y de tejido graso subcutáneo.
• Tensar los músculos abdominales mediante una sutura interna (plicatura muscular).
• Tensar la piel.
• Preservar y, en su caso, remodelar el ombligo.

La cirugía se realiza bajo anestesia general y se recomienda un ingreso en clínica de 24-48 horas.

Las técnicas de dermolipectomía abdominal se clasifican según el patrón de corte del excedente cutáneo y graso. Las principales son: 

• Minidermolipectomía abdominal. Indicada cuando la flaccidez sólo afecta a la parte inferior del abdomen. El excedente se recorta mediante una incisión transversal que discurre justo por encima del pubis y se extiende entre ambas caderas. El ombligo se respeta y queda sin cicatriz.
• Dermolipectomía abdominal transversal clásica.  Indicada cuando la flaccidez afecta a la parte alta y baja del abdomen. Además de la cicatriz transversal hay una cicatriz alrededor del nuevo ombligo pues éste se tiene que recortar para poder acceder a la parte superior del abdomen.
• Dermolipectomía abdominal en letra T invertida. En los casos más extremos de flaccidez abdominal, además de una cicatriz transversal, hay también una cicatriz vertical que desde el esternón desciende hasta el pubis, pasando por el ombligo. El patrón de extirpación cutáneo y graso recuerda, por su forma, a los pétalos de una flor de Lys.
• Dermolipectomía abdominal invertida. Si sólo hay flaccidez en la parte alta del abdomen se puede recortar el excedente mediante una incisión transversal que discurre a lo largo del surco de ambas mamas. Es la única técnica donde los tejidos laxos se tensan hacia arriba.

Cuando se combina la extirpación quirúrgica del excedente con una liposucción del resto del abdomen hablamos de lipoabdominoplastia.

En el postoperatorio inmediato se aconseja dormir unos días con las rodillas flexionadas y el cabezal de la cama elevado para relajar la tensión de la sutura cutánea. Además, deberá llevar una faja elástica durante un mínimo de un mes tras la cirugía.

No todos los factores de los que depende el aspecto y forma del abdomen pueden ser corregidos con esta cirugía. 

Esta intervención no cambia la calidad de la piel, por lo que si ya ha perdido su elasticidad original siempre estará más predispuesta a descolgamientos secundarios. Tampoco borra las estrías, pero elimina aquellas presentes en la piel extirpada.

La dermolipectomía abdominal no es un tratamiento de la obesidad. Idealmente, los candidatos a esta cirugía deben ser intervenidos sólo cuando sean capaces de mantener un peso estable y adecuado a su altura.

Esta cirugía no puede reducir la grasa visceral ni cambiar la curvatura de la columna lumbar, por lo que no siempre podrá conseguir un vientre plano.