ELEVACIÓN DE GLÚTEOS

Se dice que el glúteo está caído (ptosis glútea) cuando se descuelga de su posición ideal. Con su relajación, el pliegue natural que lo separa del muslo (pliegue subglúteo) se profundiza, prolongándose hacia la cadera. En los casos más severos, la nalga acaba apoyándose en el muslo.

Una nalga grande siempre acaba cayendo más o menos pronto por su excesivo peso. También sabemos que las fluctuaciones de peso y el envejecimiento debilitan los elementos de sostén tisular favoreciendo también su descenso.

El lifting de glúteos

La elevación de glúteos es aquella intervención quirúrgica cuyo objetivo principal es devolver a la nalga a su posición ideal original. No existe una única técnica y se diseña para cada caso particular. Pero siempre tienen dos objetivos:

  • Modela la nalga: eleva su posición, compacta su consistencia y modifica su forma, rellenando mejor su porción superior. 
  • Recorta el exceso de piel ajustando su tensión alrededor de la nalga. La cicatriz queda en la parte superior de la nalga, siempre oculta debajo de la ropa interior.

La cirugía se realiza bajo anestesia general y se recomienda un ingreso en clínica de 24 horas. Esta intervención se practicará cuando se haya completado el desarrollo, hacia los 18 años de edad.

Durante el postoperatorio deberá llevar una faja elástica al menos durante un mes tras la cirugía.

Limitaciones de la elevación de glúteos

La forma y el tamaño de las nalgas previas a la cirugía pueden influir en el resultado final. Una asimetría previa puede ser difícil de corregir completamente con un lifting de nalgas. 

La elevación de nalgas no cambia su constitución ni detiene el proceso natural de envejecimiento de ellas. Por ello, glúteos formados por tejidos laxos y pieles estriadas están más predispuestos a descolgamientos secundarios tras esta cirugía (recidiva).

Con el lifting de glúteos se modela su silueta pero no aumenta su volumen. Si se desea este tipo de resultado debe considerarse la posibilidad de añadir un implante.