LOS GLÚTEOS

Los glúteos (nalgas) forman el relieve de la parte posterior de la pelvis. Su volumen depende fundamentalmente de la musculatura glútea y de la grasa subcutánea en una proporción variable.

Una nalga pequeña puede aparecer en dos situaciones básicas:

• Por hipoplasia. Falta de desarrollo constitucional.
• Por atrofia. Pérdida de volumen a lo largo de la vida de la paciente por envejecimiento y cambios de peso. 

El tamaño ideal de las nalgas no es un valor absoluto. Debe considerarse siempre la complexión física y el sexo de la persona. Además, hay factores raciales, culturales, personales e incluso modas que condicionan este concepto.

Es la intervención quirúrgica que permite aumentar el volumen de las nalgas aunque también puede cambiar su forma.

No existe una única técnica de aumento de glúteos aunque todas tienen en común que se precisa de la introducción de un implante. Las posibilidades son: 

• Aumento de glúteos con prótesis.
• Aumento de glúteos con grasa.

En general se realiza bajo anestesia general y se recomienda un ingreso en clínica de 24 horas. Durante el postoperatorio deberá llevar una faja y evitar el apoyo. Esta cirugía se practicará cuando se haya completado el desarrollo, hacia los 18 años de edad.

Una prótesis es un implante artificial formado por una bolsa o cubierta rellenada de diversas sustancias. 

Las usadas para aumento glúteo son de silicona (polímero inorgánico a base de sílice). Existen una multitud de modelos según su consistencia, forma, tamaño y proyección que generan.

La prótesis se introduce a través de una incisión en la piel de unos 4 cm de longitud ubicada en la parte superior del pliegue interglúteo. En su interior, la prótesis puede quedar alojada debajo de la grasa subcutánea o cubierta por parte de la musculatura de la zona.

Complicaciones relacionadas con el uso de implantes son la contractura de la cápsula cicatricial (endurece, distorsiona y genera molestias en la nalga), la rotura de la prótesis (exige su retirada o recambio) y su desplazamiento secundario (por ser una zona que soporta peso durante el apoyo).

La grasa se obtiene por liposucción de otra zona corporal. Tras su procesamiento se inyecta en la nalga mediante cánula fina a través de mínimas incisiones cutáneas. 

La grasa infiltrada es un injerto vivo de tejido del propio paciente que para sobrevivir tiene que revascularizarse. Conseguido este objetivo la grasa implantada perdura para siempre, sin posibilidad de rechazo.

La grasa también aporta factores de crecimiento tisular por lo que se constata, además, una mejora en el aspecto de la piel de la nalga. 

La forma y el tamaño de las nalgas antes de la cirugía pueden influir en el resultado final. Una asimetría previa puede ser difícil de corregir completamente con un aumento de glúteos. 

En general, se aconsejarán tamaños proporcionados a la complexión física de la persona. Tamaños exagerados darán resultados estéticos más artificiales.

La prótesis puede ser palpable en su perímetro e incluso perceptible visualmente, especialmente en personas delgadas, con nalgas pequeñas y cuando se coloca en plano subcutáneo.

En prótesis submusculares, la contracción muscular puede cambiar la forma del implante y provocar inestitismos con el ejercicio físico.

El aumento de glúteos con grasa siempre es moderado. Pueden ser necesarias varias sesiones de lipofilling para conseguir el resultado deseado.