ARRUGAS DE EXPRESIÓN

Las arrugas de expresión son aquellas que aparecen con la gesticulación al contraer los músculos faciales y se relacionan con la expresividad de la persona. 

La contracción de cada músculo genera una arruga que le es propia. Así por ejemplo, el músculo de la frente provoca arrugas horizontales, el músculo corrugador provoca arrugas verticales en el entrecejo y el músculo orbicular de los párpados las llamadas «patas de gallo» en el lateral del ojo.

Su tratamiento por motivos estéticos sólo debe indicarse  cuando la intensidad de la arruga suponga un importante impacto psicológico en el paciente.

¿En qué consiste el tratamiento de las arrugas de expresión?

El tratamiento se hace en la consulta y de forma ambulatoria. No suele precisar anestesia local aunque puede aplicarse frío tópico para minimizar las molestias.

Se identifica el músculo responsable de generar la arruga y se infiltra con aguja fina con el producto seleccionado. 

La infiltración debilita el normal funcionamiento del músculo, que pierde fuerza para contraerse (bloqueo). Este efecto no es apreciable de forma inmediata sino que empieza a manifestarse a partir del tercer día y es máximo al mes y medio del tratamiento.

Limitaciones del tratamiento de las arrugas de expresión

De forma lenta y progresiva, con el paso del tiempo, el tratamiento aplicado pierde efectividad. Así, puede notarse ya una cierta recuperación de la gesticulación en la zona tratada a partir del tercer mes.

Para mantener los resultados se aconseja repetir la infiltración cada 6 meses. Una aplicación demasiado frecuente o excesiva puede dar lugar a una disminución en la efectividad de futuros tratamientos.