LOS PÁRPADOS
Los párpados protegen el globo ocular y con su movimiento (parpadeo) ayudan a su lubricación al repartir la lágrima sobre su superficie.
Tienen una estructura laminar, con una capa externa (piel y músculo orbicular), una capa intermedia o esqueleto de cartílago (tarso) y una capa interna mucosa en contacto con el ojo (conjuntiva).
La blefaroplastia estética
Con la edad los párpados sufren descolgamiento y relajación. El primero genera la aparición de pliegues inestéticos y que en el párpado superior pueden llegar a interferir con la vista. La segunda favorece la aparición de abultamientos por la herniación de la grasa contenida en la órbita (bolsas).
La blefaroplastia estética mejora el aspecto de los párpados deteriorado con el envejecimiento. Es diseñada individualmente para cada paciente, dependiendo de sus necesidades particulares. Puede realizarse de forma aislada para los párpados superiores, inferiores o ambos.
¿En qué consiste la blefaroplastia estética?
La cirugía se practica bajo anestesia local y sedación, de forma ambulatoria. La blefaroplastia superior puede realizarse sólo con anestesia local.
Los tejidos descolgajos se extirpan a través de una incisión cutánea directa. En el párpado superior sigue el pliegue natural que forma la piel cuando tenemos el ojo abierto. En el párpado inferior se coloca justo debajo de las pestañas (sólo excepcionalmente se aborda directamente sobre la arruga cutánea). Lateralmente, dichas incisiones se extienden siguiendo los pliegues naturales que forman las arrugas de las «patas de gallo».
La herniación de las bolsas de grasa se trata mediante su extirpación. Pero si hay defectos de contorno asociados, la grasa puede recolocarse para su relleno (transposición). El tratamiento de las bolsas de grasa del párpado inferior puede hacerse también a través de una incisión interna a nivel de la conjuntiva, sin dejar cicatriz en la piel (blefaroplastia inferior transconjuntival).
La blefaroplastia puede combinarse con una cantoplastia lateral (cirugía focalizada en el ángulo lateral de la apertura palpebral) si queremos cambiar la forma o la posición del mismo, por ejemplo, porque queremos una aspecto más rasgado o almendrado de los párpados.
Limitaciones de la blefaroplastia
La blefaroplastia no cambia la calidad de la piel del párpado ni su color. Por ello, no elimina las ojeras (coloración oscura del párpado) ni las arrugas debidas al daño solar (elastosis). Tampoco mejora las arrugas por la gesticulación («patas de gallo»).
Una ceja caída aumenta el exceso de piel en el párpado superior y la blefaroplastia superior no podrá corregir totalmente dicho problema salvo que se asocie a una elevación quirúrgica de la ceja.
La blefaroplastia no mejora el edema palpebral debido a la retención de líquidos asociada a enfermedades como alergias, cardiopatías, hepatopatías y nefropatías.